"El color es en general un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma. El ojo es el martillo templador. El alma es un piano con muchas cuerdas. El artista es la mano que, mediante una tecla determinada, hace vibrar el alma humana"

Wassily Kandinsky


viernes, 12 de octubre de 2012



Casi siempre pensamos que escribir es un privilegio para unas cuantas personas. Nada más falso. Lograr un texto correctamente escrito implica no sólo conocimiento sino dedicación y práctica; de esta forma si uno dispone de unos minutos diarios para escribir lo que en ese momento se le ocurra, habrá iniciado el camino para ello.
Seleccionaremos algunos ingredientes que nos ayudarán a conseguirlo.


1º - Antes de sentarnos ante la mesa de trabajo es necesario liberarnos de todo lo negativo que pueda estar acechando en nuestro interior, como mal humor, cansancio, hambre, sueño, etc. También es bueno hacer un poco de ejercicio, o simplemente dar un paseo, esto hace que el cerebro se oxigene, algo muy importante para la actividad que vamos a realizar.
2º - Una vez solucionado el punto anterior preparamos unos folios, uno de borrador donde vamos escribiendo “una lluvia de ideas”, es decir, todo aquello que se nos ocurra sobre el tema que queremos escribir.
3º - El otro folio lo dividimos en tres partes: será de gran ayuda partir de un esquema que os evitará perderos en lo que queréis expresar.


Introducción


Problema o conflicto


Resolución


    

4º - Este apartado es uno de los más bonitos, CONECTAR CON EL CORAZÓN. Esta conexión nos va permitir poner en marcha los sentimientos y seleccionar del folio borrador todas aquellas ideas que realmente merecen la pena y se adecúan al tema.


Otras cosas a tener en cuenta y que iremos viendo a lo largo del curso:

·       No repetir palabras, recordar que para solucionar este problema están los sinónimos y cómo buscarlos?  Evidentemente… con un diccionario! Así es que… un diccionario siempre al alcance de la mano, ya que será una valiosa herramienta para adquirir nuevo vocabulario.

·       Párrafos breves, entre ocho y doce líneas como máximo.

·       Una vez terminado es muy importante releer lo escrito como si fuera otro el autor del escrito. De esta manera veremos posibles fallos.

·       Leer, no hay mejor forma de ampliar nuestro léxico.

·       Y, lo más importante...   ¡PRACTICAR MUCHO!
                    
                     Escribiendo aprendes a escribir.

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