"El color es en general un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma. El ojo es el martillo templador. El alma es un piano con muchas cuerdas. El artista es la mano que, mediante una tecla determinada, hace vibrar el alma humana"
O 13 de novembro do 2002, fai agora 18 anos, fronte ás costas
galegas afúndese o petroleiro Prestige, con 77.000 toneladas de fuel. A mancha
de petróleo estendeuse ao longo de miles de Km. fronte ás costas do noso país.
Miles de voluntarios acudiron para colaborar coas tarefas de limpeza. Entre os
voluntarios atopábase o poeta Raúl Vacas, e desde alí escribía este artigo:
Negra Navidad
Como nuestras vidas son los ríos –según Manrique- que
van a dar a la mar que es el morir, yo he decidido comenzar el año envuelto en
chapapote.A mi lado están José y Javier, de Zamora; Gustavo, de Brasil; Isabel
(mi mujer), Julián y Lorenzo, de Salamanca, y otros tantos voluntarios apurando
la noche de Galicia, más negra que nunca.
Aquí la estrella de la Navidad sabe a cerveza, José es
un percebeiro que se juega la vida, María es voluntaria de la Cruz Roja y los
Magos son bomberos con grandes capazos llenos de un regalo más valioso que el
oro, el incienso o la mirra: el esfuerzo.
Se hace duro el contraste de este folio tan blanco
donde escribo y el color de la playa, negra como febrero, cargado de exámenes.
Con los pies en el agua, enfundado en el mono, juego a
ser el niño que quiso vaciar el mar con su cubo y su pala de juguete.
No sé si tanto esfuerzo servirá de ejemplo para quienes
piensan que el mundo se quedó sin utopías. Para que aquellos que no creen en la
voluntad del hombre recobren la esperanza que nunca tuvieron. Para soñar tan
alto como las cometas blancas.
Mi afán no es otro que el calzar mis botas de siete
leguas y pisar donde otros muchos ya pisan. Sentir que la vida tiene sentido
cuando te das a los otros con todo lo que tienes. Cuando abandonas tu casa para
pasar tus vacaciones con otra familia.
Y aquí hay tiempo para el trabajo y la amistad. Para
creer en la vida, tan vulnerable a veces. Para crecer tan alto como los
eucaliptos. Para pensar en Beppo, el barrendero de Momo, que barría a diario
una calle muy larga, siempre con el mismo ímpetu. Paso, inspiración, barrida.
Hace unos días al calor del hogar y del año viejo y
ahora en el final de la tierra, estas letras llenas de buenos deseos para
otros. De sueños replantados en el Nuevo Año. De países de Nunca Jamás. De
pretéritos imperfectos. De presentes simples y de futuros perfectos. Raúl Vacas
"El
frío complica siempre las cosas, en verano se está tan cerca del mundo,
tan piel contra piel, pero ahora a las seis y media una mujer lo espera
en una tienda para elegir un regalo de casamiento, ya es tarde y se da
cuenta de que hace fresco, hay que ponerse un pullover azul, cualquier
cosa que vaya bien con el traje gris, el otoño es un ponerse y sacarse
pullovers, irse encerrando, alejando".
"No se culpe a nadie" Final del juego - Julio Cortázar
“Los
haikus son como cajitas musicales pequeñas y sencillas que detonan grandes cosas.
Un haiku es un poema donde cabe el universo si lo sabes acomodar. Podemos
expresar mucho con una palabra.”
Martha Riva Palacio
Tierna caricia,
la manita del niño
contando arrugas.
El
haiku es una invitación a escribir, abrir los ojos, jugar con las
palabras, estirarlas hasta donde se pueda, meter en ellas todo lo que
produce la imaginación, desde un melón hasta el universo.
"Calificar de infantil a la literatura dirigida a la infancia, produce el efecto de una limitación, de una paralización o segmentación. La literatura es o no es, sin distinción de edades ni condiciones previas para quienes va dirigida".
Jorge Luis Borges
"Yo nunca he escrito ni escribiré nada
para niños, porque creo que el niño puede leer los libros que
lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se les
ocurren".
Juan Ramón Jiménez
Juan Ramón Jiménez
“A la literatura se llega por azar ¿He dicho que a la literatura se llega por azar? A la literatura nunca se llega por azar"
Me
gusta tumbarme a sus pies y escucharlo. Me habla bajito, me cuenta
cosas agitando sus hojas. A veces se ríe cuando siente las cosquillas de
hormigas traviesas paseando en sus raíces.
Le
gusta hacerme feliz. Viste sus hojas de los más variados colores en
otoño. Amarillo, naranja, rojo, marrón… y, poco a poco, las deja caer
tapizando su suelo para mí. Desnudo, llama al sol para que entibie mi
piel en invierno. Y, un año tras otro, en primavera, se llena de vivas
hojas verdes para más tarde, en verano, protegerme de é l.
A veces trepo a sus ramas pegando mi cuerpo a su corteza, lo abrazo, lo escalo, lo beso… meto mi nariz en su tronco, lo huelo…
Desde su copa puedo ver el mundo, saltar a las nubes y coronar mi cabeza con las estrellas que más brillan.
Otras
veces escucho su latir, me aferro a sus flancos y lo apretujo contra mi
pecho como a un niño. Froto mi mejilla en su tronco. Respiro el agreste
aroma de su resina, percibo la savia de sus vasos, la siento en mis
dedos palpitar.
¿Se puede amar a un árbol? En su tronco "he grabado mis iniciales dentro de un corazón".
(El entrecomillado es mío, no debemos maltratar los árboles)
Texto copiado de la página: narrador.es. Una forma literaria de ver el mundo.
Profundizando más, la jitanjáfora,
aparte de un tipo especial de metáfora, es un texto literario de significado
absurdo compuesto deliberadamente de forma que exista incompatibilidad
semántica entre las palabras que lo componen. Como tal se puede considerar muy
similar al monólogo automático de los surrealistas puros, con la sola diferencia
de que asume la tradición métrica, aunque en prosa también se escribieron
jitanjáforas, como por ejemplo la de Julio Cortázar en el capítulo 68 de
"Rayuela":
"Apenas él le amalaba el noema, a ella
se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvaje ambonios, en
sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se
enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo,
sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo,
hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado
caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque
en un momento dado ella se torludaba los hurgalios, consintiendo en que él
aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un
ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el
clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante
embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica
agopausa.
¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la
cresta del murelio, se sentían balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el
troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice,
en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban
hasta el límite de las gunfias".
La TRABUCACIÓN consiste en intercambiar dos palabras en una frase o
verso. He aquí dos ejemplos:
"Asómate a esa vergüenza,
cara de poca ventana
y dame un jarro de sed,
que me estoy muriendo de agua".
(Popular castellano) En el
siguiente juego... se sustantivizan los verbos y se verbalizan los
sustantivos?... qué lío..! LA SERENATA "Ahora que los ladros perran,
ahora que los cantos gallan,
ahora que, albando la toca,
las altas suenan campanan,
y que los rebuznos burran,
y que los gorjeos pájaran,
y que los silbos serenan,
y que los gruños marranan,
y que la aurorada rosa
los extensos doros campa...
tengo los tiesos tan dedos
que hasta los tiemblos me piernan".
(Copla trastocada por Agustín Aguilar). La falta de rigor Según los verbos, los almaceneros
almacenan, los pintores pintan, los abogados abogan, los asesinos asesinan, los
cantores cantan, los amantes aman y los vivos viven. Sin embargo, los niños no
niñan, ni los ladrones ladran. Y los muertos no mueren. (Inevitable reflexión ante los verbos que
no verban) Poemas plagiados. Esteban Peicovich
Al horitaña de la montazonte
La violondrina y el goloncelo
Descolgada esta mañana de la lunala
Se acerca a todo galope
Ya viene viene la golondrina
Ya viene viene la golonfina
Ya viene la golontrina
Ya viene la goloncima
Viene la golonchina
Viene la golonclima
Ya viene la golonrima
Ya viene la golonrisa
La golonniña
La golongira
La goionlira
La golonbrisa
La golonchilla
Ya viene la golondía
Y la noche encoge sus uñas como el leopardo
Ya viene la golontrina
Que tiene un nido en cada uno de los dos calores
Como yo lo tengo en los cuatro horizontes
Viene la golonrisa
Y las olas se levantan en la punta de los pies
Viene la golonniña
Y siente un vahído la cabeza de la montaña
Viene la golongira
Y el viento se hace parábola de sílfides en orgía
Se llenan de notas los hilos telefónicos
Se duerme el ocaso con la cabeza escondida
Y el árbol con el pulso afiebrado.